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Mirame y decime si ves el mar
de Lara Gorfinkiel
con
Mariano Aranda
Laura Ledesma
Evelia Romano
Dirección: Laura D´Anna
Asistencia de dirección: Lara Gorfinkiel
Vestuario y Escenografía: Producciones El mar suelto
Fotos: Pablo Schifini
Laura Ledesma, Mariano Aranda y Evelia Romano
Evelia Romano
Laura Ledesma
Mariano Aranda
Ficha técnica
Mirame y decime si ves el mar
de Lara Gorfinkiel
con
Mariano Aranda
Laura Ledesma
Evelia Romano
Dirección: Laura D´Anna
Asistencia de dirección: Lara Gorfinkiel
Vestuario y Escenografía: Producciones El mar suelto
Fotos: Pablo Schifini
Egeo y las tollis
Mirame...
Laura Ledesma, Mariano Aranda y Evelia Romano
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Proyecto 3
Programa 2010
Inspiraciones
Espectros, de H. Ibsen
"Si me encuentro tan angustiada, tan temerosa es que hay como un mundo de espectros que me rodea, de los cuales estoy segura que no llegaré nunca a desprenderme.
Un tropel de espectros, ... es como si el pasado surgiera de nuevo ante mí. Pero me inclino a creer que todos somos espectros. No es sólo la sangre de nuestros padres lo que corre por nuestras venas; es también como una idea destruída, como una creencia muerta con todas sus consecuencias. No vive, y sin embargo está fija en el fondo de nuestra alma y nunca conseguimos librarnos. Si tomo un periódico y me pongo a leer, veo que entre las líneas surgen fantasmas. Me parece que el país está poblado de espectros, que hay tantos como arenas en el mar. Y todos, a pesar de ser tantos, tenemos un miedo tan despreciable a la luz."
Acto II
"Si me encuentro tan angustiada, tan temerosa es que hay como un mundo de espectros que me rodea, de los cuales estoy segura que no llegaré nunca a desprenderme.
Un tropel de espectros, ... es como si el pasado surgiera de nuevo ante mí. Pero me inclino a creer que todos somos espectros. No es sólo la sangre de nuestros padres lo que corre por nuestras venas; es también como una idea destruída, como una creencia muerta con todas sus consecuencias. No vive, y sin embargo está fija en el fondo de nuestra alma y nunca conseguimos librarnos. Si tomo un periódico y me pongo a leer, veo que entre las líneas surgen fantasmas. Me parece que el país está poblado de espectros, que hay tantos como arenas en el mar. Y todos, a pesar de ser tantos, tenemos un miedo tan despreciable a la luz."
Acto II
Ensayo
Inspiraciones
Capricho
de Alfonsina Storni
Escrútame los ojos, sorpréndeme la boca,
sujeta entre tus manos esta cabeza loca,
dame de beber veneno, el malvado veneno
que te moja los labios a pesar de ser bueno.
Pero no me preguntes nada
de por qué lloré tanto en la noche pasada;
las mujeres lloramos sin saber, porque sí:
es esto de los llantos pasaje baladí.
Bien se ve que tenemos adentro un mar oculto,
un mar un poco torpe, ligeramente estulto,
que se asoma a los ojos con bastante frecuencia
y hasta lo manejamos como una dúctil ciencia.
No preguntes, amado, lo debes sospechar;
en la noche pasada no estaba quieto el mar.
Nada más. Tempestades que las trae y las lleva.
Un viento que nos marca cada vez costa nueva.
Si, vanas mariposas sobre jardín de enero,
nuestro interior es todo sin equilibrio y huero.
Luz de cristalería, fruto de carnaval
decorado en escamas de serpientes del mal.
Así somos, ¿no es cierto? Ya lo dijo el poeta:
movilidad absurda de inconciente coqueta,
deseamos y gustamos la miel de cada copa
y en el cerebro habemos un poquito de estopa.
Bien; no, no me preguntes. Torpeza de mujer.
Capricho, amado mío. Capricho debe ser.
Oh, déjame que ría... ¿no ves que tarde hermosa?
Espínate las manos y córtame esa rosa.
de Alfonsina Storni
Escrútame los ojos, sorpréndeme la boca,
sujeta entre tus manos esta cabeza loca,
dame de beber veneno, el malvado veneno
que te moja los labios a pesar de ser bueno.
Pero no me preguntes nada
de por qué lloré tanto en la noche pasada;
las mujeres lloramos sin saber, porque sí:
es esto de los llantos pasaje baladí.
Bien se ve que tenemos adentro un mar oculto,
un mar un poco torpe, ligeramente estulto,
que se asoma a los ojos con bastante frecuencia
y hasta lo manejamos como una dúctil ciencia.
No preguntes, amado, lo debes sospechar;
en la noche pasada no estaba quieto el mar.
Nada más. Tempestades que las trae y las lleva.
Un viento que nos marca cada vez costa nueva.
Si, vanas mariposas sobre jardín de enero,
nuestro interior es todo sin equilibrio y huero.
Luz de cristalería, fruto de carnaval
decorado en escamas de serpientes del mal.
Así somos, ¿no es cierto? Ya lo dijo el poeta:
movilidad absurda de inconciente coqueta,
deseamos y gustamos la miel de cada copa
y en el cerebro habemos un poquito de estopa.
Bien; no, no me preguntes. Torpeza de mujer.
Capricho, amado mío. Capricho debe ser.
Oh, déjame que ría... ¿no ves que tarde hermosa?
Espínate las manos y córtame esa rosa.
Ensayo
Programa 2010
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